Pruden Exojo: un villanovense apasionado por la velocidad y por los coches

Aunque afincado en Barcelona, Pruden suele frecuentar bastante la región extremeña

prudenbentleyPrudencio Exojo es un villanovense, afincado desde 1965 en Barcelona, pero que en los últimos años ha redescubierto su Villanueva de la Serena natal, una vez que su familia le ayudó a recuperar el contacto con sus amigos de la infancia a los que, ahora, considera como su otra gran familia.

Durante estos días se ha dejado caer por su querida Extremadura. Y aquí, en su tierra, o en cualquier otro punto no tiene tapujos en admitir que le apasiona la velocidad. Siempre lo ha reconocido. Quizás, por ello, posea coches potentes y no aptos para todos los bolsillos con los que puede darse el placer de disfrutar de su pasión.

Es por ello por lo que en periodo vacacional y en puentes suele prodigarse por su tierra para seguir manteniendo el contacto con sus raíces.

Unas visitas en las que, como no, los coches y la velocidad suelen ser temas recurrentes en las conversaciones con sus amistades, y en las que se muestra como firme defensor de un incremento de los límites de velocidad en nuestro país. Algunas veces se deja caer con su flamante Bentley y otras con su Ferrari F-430 Monza Spider.

Como recuerda, la velocidad le apasiona desde que tiene uso de razón, aunque su primer contacto serio con ella, limitado por la falta de dinero, fue en 1972, con 19 años. Entonces compró a medias con otro aficionado al motor, un Seat 600, que transformaron y con el que compitieron en cuatro pruebas Open en las inmediaciones de Barcelona. Luego preparó un Seat 1430-FU1600 que se compró para competir. Sin embargo, en él, dejó todos los ahorros, horas extraordinarias y todas sus posibilidades deportivas.

Quizás, ese contacto inicial con la velocidad le hizo picar el gusanillo y, desde entonces y gracias también a su trabajo, conducir para él se ha convertido en un auténtico placer.

Un placer que sería redondo si, como defiende, se estableciesen unos límites de velocidad razonables: “Los límites actuales los considero escasos, comparados por ejemplo con Alemania, donde el límite de velocidad no existe, excepto en un perímetro más o menos razonable alrededor de las ciudades, núcleos urbanos o enclaves de reconocido peligro. Creo que el límite se podría elevar sin riesgo alguno a los 160 kilómetros/hora, teniendo en cuenta que el fijado actualmente en 120, cuando se implantó, autorizaba a vehículos que circulaba con neumáticos cuyas medidas, perfiles, características técnicas y calidad, eran absolutamente inferiores a los actuales, sin ABS, carentes de airbags, etcétera…”.

Asimismo, Prudencio Exojo considera conveniente otro sistema alternativo a las sanciones: “No creo que se haya inventado nada que sustituya a la sanción como elemento intimidatorio. De todas formas, me gustaría que hubiesen nuevas fórmulas,  progresivas, razonadas, atendiendo a parámetros distintos. En definitiva, cauces que hoy en día, con los medios telemáticos que se disponen, tendiesen a ser mucho más justos en la aplicación de las penas, tanto económicas como en la retirada de puntos”. Una teoría que éste justifica con un ejemplo bastante ilustrativo: “Un señor con 76 años, facultades físicas mermadas, visión regular, agilidad reducida y poca experiencia, cuando circula con un vehículo que puede tener 30 años,  tremendamente cuidado pero que no deja de ser un vehículo con unas características técnicas y un equipamiento que está a años luz de los vehículos actuales, disfruta de las misma legislación  que un piloto campeón del mundo de F-1, cuando se pasea con un vehículo ultramoderno, provisto de la máxima tecnología disponible en la actualidad. Posiblemente, el conductor del primer vehículo, generará potencialmente un peligro máximo cuando intente coger el teléfono móvil que, aunque sepa es una acción prohibida, incumplirá sistemáticamente como se hace a diario, mientras que el otro conductor, a una velocidad superior, sería capaz de consultar un mapa, hablar por teléfono integrado, cambiar un DVD, etc.. Esto, creo  no puede ser el mejor sistema de impartir justicia”.

pruden6Y es que, según Exojo, ha llegado un momento en el que “ha cundido el pánico y todo el mundo va más despacio, no porque  no quieran correr, si no por miedo a los radares, en los que ni se fijan, y al aspecto pecuniario. Luego entiendo que,  el infractor, lo lleva cada vehículo dentro y lo único que le impide delinquir, es el temor a la sanción económica”. Él, como reconoce, ha caído alguna vez, y aunque no lleva la cuenta, considera “mínimas” las sanciones que le han impuesto en base al número de kilómetros recorridos.

Sobre la Guardia Civil, además, es muy explícito: “Las patrullas de la Guardia Civil cada vez son más escasas, en relación con otras Fuerzas del Orden, están más diluidas y he podido realizar viajes por todo el territorio nacional y, bien por casualidad o bien por falta de dotaciones suficientes, no he visto a una patrulla en centenares de kilómetros. Para mi, una unidad agazapada, escondida, a la caza del conductor, no me inspira confianza, creo no es el sentido que le deben dar a su actividad. Otra circunstancia que me produce distanciamiento en la relación con la vigilancia y control de las carreteras, es la escasa actuación que observo cuando llueve intensamente, hay nevadas copiosas o cualquier otra penosa inclemencia. En esas circunstancias, no hay un radar móvil, sin embargo, ahí es donde considero haría más falta”.

Y es que, si algo tiene claro este villanovense, es que no todos los conductores que aprueban el permiso de conducir están capacitados para hacerlo a una cierta velocidad: “Ese es el gran problema. La experiencia tendrá mucho que ver, pero, si no gusta, uno se puede pasar la vida llevando el coche porque no le queda más remedio, como medio de locomoción necesario, pero no porque le guste conducir”.

Por ello, éste considera que ir, en determinadas condiciones, a 150 kilómetros por hora no tiene porque poner en riesgo a ningún conductor: “No tiene nada que ver circular de vuelta a casa un fin de semana, en capitales como Madrid o Barcelona, que circular un día entre semana, de un mes fuera de la temporada vacacional, entre poblaciones que nada tienen que ver con entornos turísticos”.

pruden12Sobre el carné por puntos, éste tiene su opinión personal: “Está claro que la gente ha acatado el carné por puntos, pero, por imperativo legal, con imposición de un miedo atroz a la pérdida de ellos, provocando un temor que, en la mayoría de casos, evidencian miedo, no prudencia o conocimiento del medio con el que se desenvuelven “. No obstante, es claro a la hora de valorar los consejos que se emiten desde distintos entes públicos de conducir relajado y descansar, porque “lo importante es llegar”. “Todo eso, es rigurosamente cierto, pero conduciendo, una persona no puede ni debe ir relajada. El asiento de un conductor, no es el sofá de casa”.

En general, Prudencio si tiene claro que no sólo en España, se conduce mal en otros muchos lugares.  “Yo creo que se ha infiltrado en el ser humano un sentimiento de llevar el coche porque tengo que ir de un sitio a otro, pero ha cuajado la idea del no corras, porque no se puede, porque me multan. ¿En una caravana de retorno a casa, dónde y cómo voy a correr ¿Si el carnet de conducir fuera muchísimo más exigente en sus pruebas teóricas y prácticas, adecuándolas a la realidad actual, clamaríamos al cielo por el coste de la licencia de conducir y la respuesta sería: total, para ir en caravana de un sitio a otro, no hace falta aprender a pilotar. Esa es la diferencia. La obtención de la licencia iguala a todos, otra cosa es que todos tengamos las mismas condiciones o virtudes técnicas”.

Precisamente, el reglamento de circulación se ha modificado recientemente, aunque Exojo veo algunas ‘lagunas’: “Yo introduciría una variante que autorizase, previa superación de pruebas exhaustivas, la obtención de un supercarné que acreditase para circular con algún límite superior, amén de obligar a realizar pruebas de otro tipo, más técnicas y rigurosas, encaminadas a que el opositor al carné, acredite que sabe algo más que insertar la primera velocidad y levantar el pie del embrague sin que se le pare el vehículo”.

Asimismo, éste también se muestra muy exigente a la hora de tomar otras medidas más drásticas: “El alcohol o la ingesta de estupefacientes, es algo contra lo que tomaría medidas mucho más severas que las existentes. Yo sé perfectamente quién es el conductor con los estándares de peligrosidad más elevados. El conductor ebrio, o que actúa bajo síntomas de haber ingerido drogas, es carne de siniestro”.

pruden8Pruden es miembro del Club ‘6to6 Experience’, que no goza de buena fama, porque, presuntamente, montan carreras ilegales con sus coches de alta gama: “Yo pertenezco al club ‘6to6’ y eso no es ni malo, ni sintomático de nada. Ahí, sus miembros son, únicamente, personas que entienden el vehículo de otra manera. Somos apasionados de los coches, afortunados poseedores de vehículos muy rápidos. Yo creo que la excepción, confirma la regla. Jamás, y se puede demostrar con los contratos firmados por todos los miembros, cuando hacemos una excursión, se potencia que el usuario cometa ninguna infracción. Al contrario, se le recrimina y recuerda que, conduce bajo su total y absoluta responsabilidad”.

No obstante, puntualiza que también pertenece a otros clubs, como el Ferrari Club de España, “y nadie presume que cometa ninguna irregularidad cuando nos convocan a concentraciones o salidas en fines de semana”.

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