El pebetero de los Juegos Extremeños del Deporte Especial (Jedes) se encendió ayer en el estadio municipal Vicente Sanz para dar comienzo a la fase final del campeonato que se va a celebrar hasta el 12 de mayo.
En torno a un millar de deportistas, de 42 entidades, se dan cita estos días en Don Benito, que 20 años después ha vuelto a ser la sede de la convivencia final de los Juegos Extremeños del Deporte Especial, que eligió como madrina a la ex árbitro internacional y atleta Paloma Quintero.
En el acto inaugural hubo música y baile, antes de poner en práctica las distintas modalidades deportivas por el colectivo de personas con algún tipo de discapacidad, psíquica, física, sensorial o con parálisis cerebral.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, acudió a la inauguración y destacó en Don Benito los valores del esfuerzo y la ilusión que representan los Juegos Extremeños del Deporte Especial, que este año llegan a su trigésimo tercera edición. En su intervención, el presidente extremeño puso en valor este evento como "los juegos con mayores reconocimientos del deporte extremeños en los últimos 30 años”.
Fernández Vara incidió en la importancia de todas aquellas personas que superan barreras a través de la práctica deportiva. Por ese motivo, el presidente de la Junta destacó el hecho de que actividades como los Juegos Extremeños del Deporte Especial sean uno de esos eventos “sin los que no se puede entender la historia de Extremadura”.
En ese sentido, Fernández Vara agradeció la colaboración de los pueblos y ciudades de la región que se vuelcan en la organización de los JEDES, la labor de las federaciones deportivas, y el papel comprometido de los voluntarios que hacen posible su organización cada año. Por último, el presidente extremeño destacó el papel de los deportistas que cada año participan en estos juegos. "Gracias a vuestras familias y a todos los que disfrutan tanto de vosotros, porque vosotros sois el mejor ejemplo", recalcó Fernández Vara.