Licencia para soñar

El Villanovense no consiguió ni un solo punto ante el CD Badajoz, pero se demostró a sí mismo que es capaz de plantarle cara a cualquier equipo y que su posición en la tabla clasificatoria no es casualidad, sino fruto de un gran trabajo del cuerpo técnico puesto en práctica por los futbolistas sobre el terreno de juego.

De los 102 equipos que militan en la Segunda División B esta temporada, probablemente el CD Badajoz sea el equipo más fiable a la hora de apostar sobre fútbol en las diversas plataformas. En su feudo, el resultado más ajustado ha sido frente a los de Javier Álvarez de los Mozos, que pecaron de inocentes en la primera mitad, pero que cuando fueron de verdad a por el partido, llegaron a superar por momentos a su rival y tuvieron opciones de empatar la contienda.

Sometiendo a su rival

 

Los números del técnico burgalés son los mejores de la historia de la entidad en Segunda División B, pero no son suficientes para De los Mozos, que entiende que su equipo puede y debe aspirar a más. Como reconoció después en rueda de prensa, en los minutos finales sometieron a su rival, pero no fueron capaces de empatar el partido. Las sensaciones fueron buenas, pero estas no dan puntos, que es lo que quiere el entrenador para seguir colocado en las posiciones que dan opciones de pelear por el ascenso de categoría. 

Fue el CD Badajoz el que salió reforzado en la clasificación, pero el Villanovense ha terminado de creerse que no es un simple convidado de piedra y que puede luchar por una de las tres primeras posiciones que te dan derecho a jugarte el ascenso en la segunda fase.

 

Un entrenador ambicioso

 

 

El sello de Javier Álvarez de los Mozos quedó patente desde el primer día en que llegó al CF Villanovense. Un hombre trabajador, competitivo y que logra resultados inmediatos. Ya lo demostró en la Arandina, su último club antes de desembarcar en Villanueva de la Serena. 

De los Mozos llegó a Aranda de Duero en medio de una crisis deportiva, y logró una racha de victorias consecutivas impresionante, llevando al equipo de la zona templada de la clasificación a disputar el playoff de ascenso, donde finalmente cayó derrotado ante el filial de la UD Almería. 

La temporada siguiente fue igualmente buena, volviendo a meter a la Arandina CF en playoff, aunque fue esta vez La Nucía quien terminó con las ilusiones de ascenso del técnico y del equipo burgalés. A la tercera consecutiva fue la vencida, y por fin Javier Álvarez obtuvo su premio como entrenador del Villanovense en una temporada prácticamente inmaculada desde que se hiciera cargo del equipo. 

La ambición del técnico es enorme, y ahora que el Villanovense se ha afincado en los puestos nobles de la clasificación, va a ser difícil que venga un equipo a arrebatarle la posición al conjunto extremeño. No se pone techo el equipo y hace bien, porque con esta plantilla y este cuerpo técnico se puede soñar con todo, como ya han demostrado esta temporada.

 

 

 

 

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