36 equipos comenzaron a principios de julio el torneo de fútbol-7 en Villanueva de la Serena. Sin ningún premio en juego, los más de 400 participantes se han dejado la piel en un campeonato que se está convirtiendo en un clásico de los veranos villanovenses y que reúne cada vez a más futbolistas amateurs.
Al final, el conjunto patrocinado por la empresa serona Gesproyex, del arquitecto Manuel Ramos Santos, se ha proclamado campeón con gran superioridad. El ‘goal-average’ en la fase de eliminatorias lo dice todo: 16 tantos a favor y tan sólo 1 en contra, después de quedar primeros de grupo en la liguilla.
Con el transcurso del torneo, el equipo ha ido creciendo en juego y resultados. La defensa ha sido la nota determinante. Con expertos en ‘catenaccio’ como Pedro Gutiérrez y jugadores curtidos en categorías rocosas como Cali, jugador del ‘Samba’ de La Coronada en Primera Regional, la zaga se ha convertido en un muro imposible de penetrar.
Antonio Cortés y Pedro, ambos criados en la cantera de La Cruz Villanovense han sido claves en el mediocentro, complementándose en todo momento. Junto con la presión de Suso y los goles de Ale Rubio y Camilo –habituales en los torneos de fútbol sala de la comarca- Gesproyex se ha alzado con la victoria. Mención aparte merece Diego Gálvez, el hijo del ‘Rey imbatido de la raqueta’ que se ha hecho futbolista gracias a las lecciones de Tapia, técnico y miembro del equipo hasta que los entrenamientos del Villanovense le han permitido. También han aportado su granito de arena Álvaro (central indiscutible del Hernán Cortés), Jesus Mansi, Juanfran, Fernando Masa o Víctor Sánchez (portero del Deportivo Pacense) aunque las responsabilidades laborales han hecho mermar su participación.
El bar ‘La Estación’ ha sido la última piedra en el camino de los campeones. La final se preveía disputada. Sin embargo, en la primera parte, Gesproyex cogió la batuta y se puso por delante 2-0. Hasta el final se dedicó a achicar balones, jugando más en vertical. El meta Alejandro Calero tuvo poco trabajo aunque bien resuelto, consiguiendo dejar atrás su apodo de ‘portero candonguero’.
El equipo azulón acabó metido en su área, consciente de que los minutos se estaban agotando. Con el pitido final, el máximo accionista Manuel Ramos fue manteado y en su cara se reflejaba la alegría del triunfo. Un éxito al que también ha colaborado su hermano Dani Ramos, número dos en la presidencia.
Con este final para enmarcar y después de haber rozado la gloria en las últimas dos ediciones, el próximo campeonato ya tiene rival a batir: Gesproyex, un equipo basado en la amistad.
