El cancerbero del club colchonero ha estado tres meses en el dique seco

Álex Dos Santos, el portero dombenitense que milita en el Atlético de Madrid, por fin ve la luz. Y es que tras tres meses de lesión, por fin el lunes volverá a entrenar con sus compañeros.

Así lo ha dado a conocer Álex en su muro de Facebook, donde además ha aprovechado para agradecer el apoyo recibido en este tiempo: “Descansando en casa con mi familia el puente de la Constitución, y el lunes por fin entreno ya con el equipo, después de tres duros meses en el dique seco.

Agradecer a Dios la fortaleza q me ha dado durante todo este tiempo lesionado, a mi familia y amigos el apoyo que me habéis dado, a los aficionados del Atlético de Madrid y mis amigos del face por como me habéis animado, a la directiva de la cantera y al personal médico y a los entrenadores de mi equipo y de porteros y a todos los miembros del club Atlético de Madrid agradeceros el cuidado con el que me habéis tratado. Al doctor Hernández Gil por su excelente intervención quirúrgica y su interés en mi total recuperación, a Álvaro Costa y a Nike por  todas sus atenciones, a los medios de comunicación, a mis vecinos de Don Benito por como m habéis arropado, y a todos aquellos que aún sin yo saberlo os habéis preocupado por mí, gracias. Muchas gracias a todos.

No voy a defraudaros en mi vuelta, ‘el rugido del león’ volverá a proteger de nuevo la portería del cadete de primer año del Atlético de Madrid”.

Asimismo, Álex también recoge en el muro de su Facebook, una pequeña reseña de su trayectoria, que merece ser compartida por los aficionados al fútbol de la comarca: “Esta es mi pequeña historia. Nací en Brasil el 15 de enero de 1999. Mis padres se divorciaron y mi madre decidió establecerse en España. Llegué a Don Benito, Badajoz, en diciembre de 2003. No fue fácil al principio. Era muy pequeño y habían cambiado de golpe muchas cosas en mi vida. Un nuevo idioma, una nueva forma de vida, costumbres diferentes, otra comida, lejos del calor de mi familia, teniendo que hacer nuevos amigos, y, que frío por Dios, no sabía que existiera el frío.

Pero estábamos mi mamá, mis hermanos Leo y Valeria y yo, todos juntos, y eso era lo más importante. Don Benito nos acogió con cariño y pronto fuimos una familia más de la ciudad.

Mi hermano Leo era un deportista nato y él me imbuyó su pasión por el fútbol y el atletismo. Cuando tenía 8 años conocí una persona especial en mi vida. No sólo Rafa Nadal ha tenido un tío Tony. En el deporte hay muchos Rafas y muchos tíos Tonys. El mío se llama Miguel. En cuanto me vio en una portería nos dijo a mí y a mi madre que yo iba a ser un gran portero. Eso es lo que yo deseaba, ser portero de fútbol. Como la única hora libre en los campos de fútbol era de 2 a 4 de la tarde, nos íbamos los dos todos los días en cuanto yo salía de clase al mediodía y entrenábamos duro hiciera un sol de justicia o lloviera a cantaros. Él me enseñó desde muy niño que el talento no llega para triunfar, sino que se requiere trabajo duro y sacrificio. Cuando acabábamos las dos horas de entrenamiento, yo entrenaba una hora más con mi equipo de 4 a 5 de la tarde. A esa hora me iba a comer a casa y a las 6 tenía que hacer los deberes y estudiar, eso era lo peor, jejeje.

Cuando tenía solo 9 años ya jugaba de portero en la categoría alevín de segundo año sufriendo los balonazos de chavales de 12 años. Pronto empezó mi palmarés de títulos con mi equipo y de trofeos personales al mejor portero. Fui guardameta de la selección extremeña mis dos temporadas de Alevín, con 11 y 12 años. Fue precisamente en los campeonatos de España cuando los ojeadores de varios equipos de Primera División se fijaron en mí y empezaron a seguirme y a contactar con nosotros.

El Atlético de Madrid mostraba mucho interés en mí y me había invitado a jugar algunos torneos con ellos. En Septiembre de 2011 me llevaron a jugar un prestigioso torneo de Fútbol 11 Alevín en Miranda de Ebro. La verdad hice buenos partidos contra grandes rivales como el Real Madrid y el Barcelona. Cuando acabó ese torneo nos dijeron que habían decidido ficharme pese a mi corta edad, y a la vuelta ya me tuve que quedar en la residencia del Atlético. Miguel tuvo que ir a por todas mis cosas a Don Benito y traérmelas.

Con 12 años fui el primer alevín en entrar en la residencia colchonera, donde no entraban ni infantiles, solo había chicos a partir de cadetes. Fue un cambio muy duro y radical, tuve que convivir con chicos mayores donde el menor tenía 15 años. Estar lejos de mi madre, mis hermanos y mis amigos, sufrir la disciplina y horarios rígidos de un internado, el no poder comer cada día lo que quieres, compartir un cuarto en literas con otros jugadores. Pero nada me importó. Yo quería ser portero de fútbol y estaba en un grande y en una de las mejores canteras de España, nada me iba a impedir luchar por mi meta.

Finalmente este año he renovado por cinco años con el Atlético. La temporada ha empezado mal, con una desafortunada lesión en un entrenamiento, pero con la ayuda de Dios pronto la superaré y volveré con fuerza para luchar por cumplir mi meta, esa que desde pequeño me puse entre ceja y ceja, ser portero de fútbol. Gracias a todos los que me apoyáis para conseguirlo, no pienso defraudaros”.

Sin duda que desde ÁREA DEPORTIVA nos alegramos de que todo haya ido bien y Álex esté mañana de nuevo bajo los palos de la meta rojiblanca. ¡Suerte!