Tras el 3-0 de Espinar en el 64, la grada del estadio ‘Romero Cuerda’ fue una fiesta y esperó ansiosa al pitido final del árbitro. Después de 38 jornadas, en la última el Villanovense lograba la gesta de meterse en play-off para luchar por el ascenso a Segunda División A.
“¡Pero qué grande eres Villanovense!”, gritaba un aficionado que saltó al césped mientras besaba el escudo de su bufanda. Ese sentimiento, sin duda, lo tuvieron esta tarde muchos aficionados extremeños que, desde Villanueva de la Serena y otros puntos de la comarca, decidieron acercarse al ‘Romero Cuerda’ para apoyar a este conjunto hecho a base de humildad, trabajo, sacrificio y solidaridad.
El choque comenzó bien, con la presencia del auténtico revulsivo del equipo, pues con él en el campo jamás ha perdido el Villanovense. Tras terminar la temporada, el base de la selección española de baloncesto y de los Knicks de la NBA, José Manuel Calderón, no quiso perderse esta cita histórica del equipo de su ciudad natal y ocupó uno de los asientos del palco.
Las gradas del estadio municipal de Villanueva presentaron la mejor entrada, sin duda, de la temporada. Y es que la comarca futbolera quiso estar esta tarde con el Villanovense.
Al final del encuentro, la alegría se desbordó. Los jugadores fueron a celebrar con los aficionados más jóvenes el triunfo en Preferencia, pero también saludaron a los aficionados de Tribuna y al Frente Serón, con Satu y su bombo a la cabeza.
Hasta el vestuario, quiso bajar incluso el Alcalde, Miguel Ángel Gallardo, 
acompañado del edil de Deportes, Manuel Mejías. El primer edil felicitó a los jugadores por el gran éxito conseguido y posteriormente, tanto Gallardo como Mejías llegaron a coincidir y a compartir una amistosa charla con el candidato a la Alcaldía del PP, Manuel Lozano, al que acompañó en esta ocasión el secretario general del PP y presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano.
Tras el paso por el vestuario, los jugadores volvieron de nuevo al césped por petición de los aficionados. Y es que faltaba que el torero José Ángel cogiera la 
muleta y diera unos pases, con Salvi como improvisado toro. Tampoco faltó la foto de la plantilla con Antonio Huertas, socio número 1 del Villanovense o el manteo al ‘eterno capitano’ Pajuelo.
Por cierto, también fue testigo del gran logro del Villanovense, el pequeño Yeray, cuya familia sigue recaudando fondos para hacer más cómoda la vida a su hijo. 
En Villanueva, de nuevo, encontraron el espaldarazo solidario.
De ahí, la fiesta se trasladó a la fuente de las Pasaderas donde, quien sabe, si el 
Villanovense volverá dentro de poco otra vez.
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