Rabia e indignación. Ese es el sentimiento generalizado en el seno del Villanovense y de su afición, después de conocerse que el Comité de Competición quitó ayer la segunda tarjeta amarilla a Tapia, que dejó al equipo serón con diez jugadores ante el Athletic de Bilbao B en su trascendental choque del pasado domingo en San Mamés.

Según recoge el comité: "Han de estimarse las alegaciones del C.F. Villanovense relativas a la segunda amonestación del citado jugador, toda vez que las imágenes muestran claramente cómo el jugador del Athletic Club B se deja caer al suelo sin el más mínimo contacto del jugador indebidamente amonestado, concurriendo de este modo un error material manifiesto en la redacción del acta arbitral, que permite dejar sin efecto esta decisión del colegiado objeto de controversia”.

Cabe recordar que la expulsión de Tapia condicionó el encuentro, ya que los de Villanueva de la Serena tuvieron que jugar la última media hora de partido con un jugador menos. De hecho, el técnico serón, Julio Cobos, ya se quejó amargamente en la rueda de prensa posterior al encuentro de la actuación arbitral.

Aunque de poco sirve esta decisión, sólo para que Tapia pueda iniciar el próximo campeonato liguero, en la mente de los jugadores y aficionados del Villanovense quedará ya la eterna duda de qué hubiera pasado en caso de que el lateral zurdo serón no hubiera sido expulsado de forma injusta como ha determinado el Comité de Competición.

Por su parte, a Carlos Fernández, que fue expulsado con roja directa en el minuto 91, le han caído dos partidos de sanción.

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